Mariano Camacho Un Político Con El Corazón En La Familia

Nos complace presentar a Mariano Camacho San Martin, un metepequense comprometido con una larga trayectoria como servidor público, quien actualmente representa a los ciudadanos como diputado local del distrito 35 con cabecera en Metepec, Estado de México. Aunque su agenda está llena de compromisos legislativos, Mariano tiene claro que su prioridad es la familia, a quienes define como "su mayor motor y razón de ser". Su historia es un testimonio de cómo el equilibrio y la pasión pueden coexistir en la vida diaria de un hombre que pone a su familia al centro de todo. Mariano Camacho demuestra que un líder no solo se define por sus acciones, sino también por el amor y la entrega con los que construye su hogar. Más que un político, un hombre de familia para Mariano, su familia es el pilar de su vida.

Casado desde hace cinco años con Paola y padre de dos hijos, Camila, de tres años, y Emiliano, de ocho meses, Mariano describe su día a día como un balance entre la política y las tareas del hogar."Me despierto entre 5:30 y 6:00 de la mañana para ayudar con el desayuno y preparar a mi hija para la escuela. Luego, me toca cambiarme y salir a trabajar. Es un ritmo demandante, pero lo disfruto al máximo porque la familia lo es todo para mí". Ser papá, esposo y político no es una tarea sencilla, pero Mariano lo vive con dedicación y alegría. "La familia es el lugar donde recargo energía, donde encuentro mi paz. Es mi prioridad porque me da el propósito de trabajar y soñar en grande, no solo por mí, sino por el México que me gustaría dejarles a ellos". Pasiones que nutren el alma y el corazón.

Cuando el trabajo lo permite, Mariano encuentra en sus hobbies una forma de desconectarse y recargar energías. Como apasionado del pádel y seguidor fiel de los Diablos Rojos del Toluca, el deporte siempre ha sido una parte importante de su vida.

Su amor por el cine y las series también ocupa un lugar especial y es de las actividades que más le gusta disfrutar, con series como Game of Thrones, Yellowstone y películas como El Gran Pez y Gladiador entre sus favoritos. Sin embargo, lo que más valora es el tiempo en casa, dedicado a su esposa Paola y a sus pequeños, Camila y Emiliano, disfrutando los momentos cotidianos que le recuerdan el verdadero significado de la felicidad.

La política como vocación

Desde los 18 años, Mariano ha estado inmerso en el servicio público, trabajando desde los niveles más básicos hasta ocupar una curul en el Congreso del Estado de México. "La política no necesita ser dignificada, porque ya es digna en esencia. Nosotros, quienes la practicamos, debemos honrarla con nuestro trabajo".

Uno de los momentos más desafiantes de su carrera fue liderar un programa social que distribuía más de 750,000 despensas al mes en todo el Estado de México. "Fue un reto logístico enorme, pero me enseñó que con organización y un buen equipo se pueden lograr cosas increíbles".

Su filosofía como legislador es clara: "La gente no mide el éxito de un diputado por la cantidad de iniciativas que presenta, sino por el impacto que estas tienen en su vida. Mi trabajo es hacer que la vida de mis vecinos sea más segura, próspera y con mayores oportunidades".

Sueños y legad

Mariano tiene un propósito muy claro, contribuir a reducir las desigualdades sociales. Promover y ejecutar políticas públicas inclusivas que prioricen las comunidades más vulnerables, fomentando la igualdad de oportunidades y el desarrollo sostenible. Impulsar proyectos que combinen la inversión social con la participación ciudadana, garantizando que las necesidades de los sectores marginados sean escuchadas y atendidas.

“El verdadero desarrollo social no es dar una despensa o un apoyo momentáneo; es brindar herramientas para que las personas puedan desarrollarse plenamente. Mi sueño es que cada vez haya menos pobreza y más oportunidades para los jóvenes".

Mariano nos deja una reflexión inspiradora: "Hay que soñar en grande, pero también hay que actuar. La vida es para ser felices, para disfrutar cada momento y construir un legado que deje huella. Al final, el éxito no se mide en cargos, sino en el impacto positivo que dejas en las personas que te rodean".

Con su compromiso, carisma y visión, Mariano Camacho no solo es un representante de su distrito, sino un ejemplo de equilibrio entre lo personal y lo profesional. Sin duda, un líder que seguirá marcando la diferencia.